Se trata de la primera estimación que efectúa la Organización Mundial de la Salud respecto de las ventajas económicas que tendrían los países que combaten los desórdenes mentales.
En este sentido, el más común en Chile es la depresión. Una enfermedad que padece el 17,5% de la población y que es la responsable del 26% de las licencias médicas que se emiten al año.
Nuestro país lidera el ranking mundial por esta enfermedad y es una de las dos naciones, junto con Corea del Sur, en el que la tasa de suicidio de niños y adolescentes aumenta cada año en vez de disminuir.
El informe de la OMS, presentado por su directora general Margaret Chan, asegura que por cada dólar invertido por un país en Salud Mental, se ahorra otros cuatro en trabajo (al generar mayor productividad laboral) y en salud (al evitar tratamientos contra estas patologías).
En Chile, el encargado de la OMS, Roberto del Águila, aseguró que la Salud Mental es un tema que se ha invisibilizado y que podría explotarnos en las manos. Por lo tanto, urge una ley que aborde estas enfermedades.
Similar opinión tuvo la presidenta del colegio de psicólogos de Chile, Alejandra Melus, quien aseguró que no sólo falta una ley de Salud Mental, sino que más recursos del Estado destinados en el presupuesto anualmente a esta materia.
Según Héctor Sánchez, director ejecutivo del Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello, la responsabilidad recae en el Ministerio que no ha tenido el suficiente liderazgo para enfrentar los desafíos del sector.
Actualmente, los gobiernos gastan una media de 3% de sus presupuestos del sector sanitario para la Salud Mental, con una diferencia de un 1% en los países en desarrollo y de hasta un 5% en los desarrollados.
Chile gasta 90 mil millones de pesos al año en esta materia y el Minsal busca duplicar ese presupuesto con una nueva ley que se está trabajando, pero de la que se conoce prácticamente nada.
Radio Bío Bío intentó tomar contacto con el Ministerio de Salud para conocer un pronunciamiento al respecto, lo cual no fue posible.
Fuente: Radio Biobío
